El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, declaró este sábado que no permitirá que la oposición intente usurpar nuevamente la presidencia del país. En un mitin en Caracas, Maduro comparó al opositor Edmundo González Urrutia con Juan Guaidó, quien fue reconocido internacionalmente como presidente interino en 2019.
Maduro, ante miles de seguidores, enfatizó que no se aceptará que se usurpe la presidencia con base en las leyes nacionales. Refiriéndose a González Urrutia, quien reclama la victoria en las elecciones del 28 de julio, exclamó: «¡Guaidó parte dos, González Urrutia, no va!». Además, criticó la ausencia de González Urrutia en una manifestación encabezada por la líder opositora María Corina Machado.
El Consejo Nacional Electoral (CNE) ratificó a Maduro como ganador con el 52% de los votos, mientras que González Urrutia obtuvo el 43%. La oposición denuncia fraude, y el CNE aún no ha publicado resultados detallados, alegando ser víctima de un hackeo. Estados Unidos y varios gobiernos de América Latina y Europa han pedido la divulgación de las actas de escrutinio.
Las protestas que comenzaron el lunes han resultado en once civiles muertos, según organizaciones de derechos humanos. Maduro mencionó que 2,000 personas han sido detenidas y serán enviadas a cárceles de máxima seguridad. Además, advirtió que los patrullajes militares y policiales continuarán en toda Venezuela para proteger al pueblo.
El mandatario afirmó que está en marcha un intento de golpe de Estado y declaró que Machado y González «deben estar tras las rejas».
Este escenario no solo pone de manifiesto la crisis política que vive Venezuela, sino también la creciente tensión social y la presión internacional sobre la administración de Maduro. La oposición, con González Urrutia a la cabeza, se enfrenta a una dura batalla no solo en el ámbito electoral, sino también en las calles y en el frente diplomático. Mientras tanto, el pueblo venezolano sigue en vilo, esperando que se resuelva el conflicto que define el futuro del país.